Una rutina de dieta equilibrada, ingiriendo productos de cada uno de los cinco grupos principales de alimentos ricos en calcio y precursores de vitamina D, tales como cereales; frutas; vegetales y hortalizas; carnes, aves y pescados y lácteos.
No tomar bebidas azucaradas continuamente. Dejar pasar tiempo entre comidas para que la saliva neutralice los ácidos y repare los dientes, ya que los los ácidos atacan el esmalte durante 20 minutos o más (deberíamos controlar el número de refrigerios ingeridos al día).
En caso de padecer riesgo de desgaste y erosión dental, tomar precauciones especiales, como disminuir las comidas y bebidas ácidas, evitando el cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir estos productos. Esto da tiempo para que se produzca la mineralización.
Pide consejo a tu dentista sobre la técnica más adecuada de higiene según la anatomía de tus dientes.
Evitar los chicles, pero si los consumimos esporádicamente elegir mejor chicles sin azúcar, especialmente los que tiene edulcorante xilitol, muestra ciertos beneficios en la prevención de la formación de placa bacteriana.
Visitar al dentista regularmente.